Adaptaciones de las plantas
al ambiente
El efecto determinante del agua
La vida tal como la conocemos, no podría existir sin agua.
Los organismos vivos se iniciaron en un ambiente acuático y en el curso de la evolución han llegado a ser absolutamente dependientes del agua.
Èsta es uno de los elementos que más limita la producción vegetal tanto en la agricultura como en los ecosistemas naturales, lo que va a conducir a marcadas diferencias en el tipo de vegetación dependiente de un gradiente de precipitaciones.
Las plantas la usan en grandes cantidades.
La mayor parte del agua absorbida por las raíces es transportada por la parte aérea y evaporada por la superficie de las hojas (aprox. 97%). Esta pérdida de agua se denomina transpiración.
Sólo una pequeña cantidad de agua absorbida por las raíces permanece en la planta para usarse en procesos de crecimiento (2%) o bien es usada en procesos bioquímicos (1%) como las reacciones de la fotosíntesis u otras reacciones metabólicas.
En general el 75-80% de los tejidos vegetales están constituidos por agua, ya sea impregnando las paredes celulares, formando parte de la matriz citoplasmática o incluida en las vacuolas.
El agua participa directamente como:
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metabolito en los procesos de fotosíntesis y respiración;
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solvente de los nutrientes minerales que pueden entrar a la planta y moverse dentro de ella sólo cuando se hallan en solución;
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regulador de la apertura y cierre estomático por medio de cambios en la turgencia celular;
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promotor de los movimientos que realizan las plantas bajo la acción de estímulos;
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factor que permite que las plantas con poco tejido especializado de sostén, conserven su firmeza.
Dependiendo de la disponibilidad de AGUA las plantas pueden clasificarse en:
